Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz, se pronunció este martes acerca de la situación que viven las mujeres en Kabul, capital de Afganistán, ante el control absoluto del grupo Talibán.
La activista paquistaní solicitó que las naciones del mundo abran sus fronteras para servir como refugios afganos, a fin de ayudar a miles de personas que han sido desplazadas de la capital por el régimen autoritario islámico.
“Vivimos en un mundo en el que hablamos de avances, de igualdad, de igualdad de género. No podemos ver a un país retrocediendo décadas y siglos”, expresó la joven, de 24 años, a la BBC Newsnight.
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“Tenemos que adoptar algunas posiciones audaces para la protección de las mujeres y las niñas, para la protección de los grupos minoritarios y para la paz y la estabilidad en esa región”, agregó.
Yousafzai recibió un disparo en la cabeza el 9 de octubre de 2012, a manos de un talibán armado. Para ese año la adolescente defendía los derechos a la educación de las niñas.
En los años 1996 y 2001, los talibanes implementaron una visión “ultraortodoxa de la ley islámica”, que no permitía a las mujeres estudiar, trabajar, ni salir de casa a menos que fueran acompañadas por un miembro masculino de la familia y fueron obligadas a llevar la burka (velo integral que cubre todo el cuerpo) en público.
Para esa época el movimiento islámico también impuso ejecuciones y flagelaciones en plazas y estadios de las ciudades.
Decenas de mujeres salieron este martes a manifestar en contra del nuevo régimen instaurado por los talibanes, el cual impone dogmas ultraortodoxas y fundamentalistas del Islam.
