El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, ordenó a las fuerzas de seguridad de su país “matar sin previo aviso” para detener las violentas protestas que han paralizado a la nación.
En un discurso público este viernes, Tokayev dijo que los disturbios que comenzaron a principios de esta semana como protestas contra el aumento de los precios del combustible habían sido planeados por “bandidos terroristas”.
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“Pero los terroristas continúan dañando la propiedad estatal y privada y usando armas contra los ciudadanos (…) di la orden a las fuerzas del orden y al ejército de abrir fuego para matar sin previo aviso”, aseveró.
El mandatario de igual forma aseguró que la situación se había “estabilizado” en la ciudad más grande de Kazajistán, Almaty, y que la “introducción del estado de emergencia está dando resultados”.
“Sus acciones mostraron la presencia de un plan claro de ataques a instalaciones militares, administrativas y sociales en casi todas las áreas, coordinación coherente de acciones, alta preparación para el combate y crueldad bestial”, dijo Tokayev.
Las manifestaciones en la exrepública soviética iniciaron debido al aumento en los precios del combustible, pero se extienden en su descontento contra el gobierno por corrupción, calidad de vida, pobreza y desempleo, según organizaciones de derechos humanos.
Hasta el momento, existen docenas de muertos y cientos de heridos por los enfrentamientos ocurridos el jueves cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el aeropuerto, entró por la fuerza en los edificios gubernamentales y prendieron fuego a la principal oficina administrativa de la ciudad, informaron los medios locales.
