Gran Bretaña transita por la mayor huelga de trenes en las últimas tres décadas luego que miles de trabajadores ferroviarios decidieran no ocupar sus puestos de trabajo este martes, así lo informó la agencia de noticias AP.
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Al menos 40.000 empleados de distintas ramas como limpieza, señalización, mantenimiento y estaciones concordaron participar en un paro de 24 horas. También estiman hacerlo con otros dos para las jornadas del jueves y sábado, respectivamente.
Los ciudadanos también se vieron afectados ante la paralización de funciones del metro de Londres. Las principales estaciones estaban prácticamente desiertas con unos servicios mínimos de apenas un 20% de los trenes de pasajeros.
Pero ¿Qué sucede?
Tras los estragos causados por la pandemia de la covid-19, trabajadores exigen mejores salarios y condiciones de empleo. De acuerdo con la información, las últimas conversaciones del pasado lunes no derivaron en acuerdos.
El Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte se sigue mostrando renuente ante la oferta de las operadoras de un aumento salarial del 3 %. El gremio considera que el Gobierno conservador les niega a las empresas el margen de maniobra necesario para un mayor y mejor incremento de las remuneraciones.
Retórica oficial
AP refleja que desde el Ejecutivo se niega participación en las conversaciones, pero advirtieron sobre las consecuencias que grandes alzas podrían tener en la inflación, que ya ronda el 9 %.
Para Boris Johnson, primer ministro, los sindicatos están dañando a la población, razón por la cual les exigió “un compromiso sensible por el bien del pueblo británico y de los trabajadores ferroviarios”.
En Gran Bretaña hubo cerca de 1.000 millones de desplazamientos en tren en el último año hasta marzo. Ahora las cifras se sitúan muy debajo y las empresas se han mantenido a flote en los últimos dos años con respaldo gubernamental.
