Ron DeSantis, gobernador del estado de la Florida, declaró estado de emergencia durante la noche de este martes por la escasez de gasolina debido al cierre del Oleoducto Colonial Pipeline por ataques cibernéticos.
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Este importante gasoducto de los Estados Unidos sufrió un ciberataque por parte de piratas informáticos que exigieron un rescate para liberar los sistemas informáticos del oleoducto.
“El cierre repentino e inesperado del Colonial Pipeline y la consiguiente interrupción del suministro de combustible representa una grave amenaza para el estado de Florida y requiere que se tomen medidas inmediatas para proteger y facilitar la entrega continua de dichos productos de combustible a este estado”, dijo DeSantis.
De acuerdo a la agencia de The Associated Press, habitantes del centro de Florida reportaron largas filas en las estaciones de servicio.
Asimismo, más de 1.000 estaciones en el suroeste del estado informaron que se quedaron sin combustible.
