El gobierno de Rusia aseguró que “no aceptará” que se le imponga un precio máximo a su petróleo como medida para limitar sus medios financieros propuesta por los países del Occidente.
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El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, indicó que Moscú estaba “analizando” la situación pero bajo ningún acuerdo “aceptaremos ese tope”, luego que los 27 países de la Unión Europea (UE) y el G7 acordaran imponer un precio máximo de $ 60 al barril ruso.
La medida tiene planeado entrar en vigor este lunes, junto al embargo de la UE al crudo ruso, representando una nueva revertida a las sanciones que fueron aplicadas desde que Vladimir Putin inició la invasión a Ucrania.
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