La propuesta de extensión del suministro de ayuda humanitaria desde Turquía para el noroeste de Siria, bastión opositor del que dependen millones de personas en la zona, fue vetada por Rusia en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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Con trece votos a favor, una abstención (China) y un voto en contra (Rusia), terminó la votación de la propuesta de Noruega e Irlanda. La representación del Kremlin planteó prorrogar la ayuda solo por seis meses, pero esa idea fue secundada con tan solo un par de votos y no obtuvo los nueve mínimos para salir adelante.
¿Por qué Rusia vetó la propuesta?
Rusia y Damasco son aliados y el Kremlin, en concordancia con la retórica oficial del ejecutivo sirio, considera que las ayudas benefician a grupos terroristas y el suministro debería estar bajo la tutela el presidente.
¿En qué consiste el derecho a veto?
Es un mecanismo que permite a un selecto grupo de países, miembros permanentes de la ONU, bajo la regla de la “unanimidad de las grandes potencias”, bloquear una decisión.
La ONU y varias organizaciones no gubernamentales (ONG) que operan en el noreste de Siria han insistido en la importancia de la renovación de la ayuda. “Renovar el mecanismo por solo seis meses no da a las agencias humanitarias las garantías que necesitan. (…) Es una resolución que beneficia al régimen sirio más que a la gente de Siria”, subrayó la embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, al explicar su oposición.
Según las agencias humanitarias, más de cuatro millones de personas en el noroeste de Siria dependen de la ayuda que entra por ese lugar y, cada mes, se benefician de ella.
