La vida de las personas que padecen el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) depende de la cooperación internacional en Venezuela, según señalaron este jueves diversas organizaciones no gubernamentales que velan por los derechos humanos en el país caribeño.
La ONG Acción Ciudadana Contra el Sida (Accsi), Ambar, la Red Venezolana de Gente Positiva (RVG+) y la asociación civil Musas alertaron sobre la situación del VIH en el contexto de la pandemia por covid-19, agravada por la emergencia humanitaria compleja que atraviesa la nación.
A juicio de Alberto Nieves, representante de Accsi, es primordial que la ayuda internacional se mantenga en Venezuela después del 2022 porque de lo contrario los pacientes de sida “se van a morir”.
Esto debido a que el Estado venezolano no garantiza la protección hacia esta población, según denunció el vocero de la RVG+, Eduardo Franco.
“Si no fuera por la cooperación internacional muchos hubieran fallecido por falta de tratamiento antirretroviral”, advirtió Franco, quien calificó de “imprescindible” esta terapia para los afectados.
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Nieves reconoció la necesidad de que este respaldo exterior se mantenga y adelantó que esperan que en los próximos días el “Fondo mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria” anuncie su decisión de continuar otorgando una subvención para atención y tratamientos por dos años.
Por su parte, la directora de Musas, Grisbel Escobar, apuntó que las mujeres con sida son especialmente desfavorecidas por la situación del sistema de salud nacional. Según la data que recogen diversas ONG, menos de la mitad de mujeres reciben tratamiento contra el VIH en Venezuela.
“Las más afectadas son las de las regiones, en Caracas hay un poco más de acceso”, puntualizó.
En ese sentido, esta coalición de defensores de los derechos de los pacientes con VIH solicitó a la administración de Nicolás Maduro que proteja, garantice y ayude a los más vulnerables a aliviar su sufrimiento. Asimismo, exhortaron una reestructuración del Prograna Nacional de SIDA para que pueda cubrir los actuales desafíos: epidemia del VIH, emergencia humanitaria compleja y pandemia del coronavirus.
De igual manera pidieron que el Estado sostenga un diálogo “constructivo y respetuoso” con las distintas agrupaciones de derechos humanos.
Calidad de vida desmejorada
Eduardo Franco insistió que el nivel de vida de los pacientes ha desmejorado notablemente durante los años de emergencia humanitaria compleja en Venezuela, al punto de que 6.000 personas murieran entre 2016 y 2018.
Desde su visión, muchos de los infectados no pueden cuidar su salud porque les detectan el virus en etapas terminales “debido a las pruebas tardías”.
“Necesitamos salvar vidas”, destacó, exhortando al Estado a ofrecer respuestas a esta problemática y, de ser necesario, establecer alianzas sanitarias con países aliados del oficialismo, como China o Rusia.
