Se agudiza el estado del preso político militar venezolano Igbert Marín Chaparro, quien cumple más de 15 días en huelga de hambre para que se cumplan sus peticiones sobre su reclusión y el proceso judicial que se le sigue.
Otras de las denuncias que realiza el teniente coronel, así como sus abogados y familiares, es la falta de autorización para que reciba visitas.
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“La última vez que lo vimos fue el 24 de diciembre, que nos dejaron hablar con él por espacio de 20 minutos (…) su estado para ese momento con apenas, tres días de huelga de hambre, se veía pálido, con los labios secos”, denunció Igor Marín, padre de Igbert.
Por su parte, Alonso Medina Roa, abogado del preso militar, indicó a medios de comunicación que el caso ya ha sido expuesto a organizaciones internacionales como el Comité contra la Tortura e inclusive el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
“Denunciamos la poca eficiencia que tienen los organismos nacionales que están llamados a defender los derechos humanos, como es la Defensoría del Pueblo”, agregó el jurisconsulto.
Igbert Marín Chaparro fue privado de libertad en marzo de 2018. Posteriormente un juzgado lo acusó de, entre otros delitos, a “instigación a la rebelión”.
