El sector salud en Venezuela venía registrando problemas en cuanto a la falta de personal, maquinaria y medicamentos según han denunciado profesionales del área, algo que se acrecentó tras la llegada de la pandemia causada por la covid-19, enfermedad que saturó aún más el esquema de los centros hospitalarios.
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Ahora, dos años después desde el inicio de la misma, la crisis que se venía presentando ha empeorado por la variante ómicron, virus que triplicó (según cifras de la administración de Nicolás Maduro) el número de casos confirmados en tan solo dos meses.
La alta capacidad de contagio de la variante y las bajas temperaturas registradas entre diciembre y enero han generado que los venezolanos registren “una gripe”, que en la mayoría de las ocasiones resulta ser la ómicron tras una prueba PCR.
A pesar de esto, muy pocos hospitales tienen la capacidad para atender a esta cantidad de personas y aún más, tratarlas, teniendo como principales problemas la posibilidad de contar con las pruebas para detectar el coronavirus y la falta de equipos que estudian la enfermedad.
Una muestra de esto es el hospital Dr. Jesús Yerena de Lidice, ubicado en el oeste de la ciudad de Caracas y denominado “centinela” por Nicolás Maduro para atender específicamente a pacientes con coronavirus.
El problema surge en que, ante la ola de ómicron en el país, no se dan abasto para atender a todos los pacientes, a quienes se les hacen dos revisiones para determinar si cuentan con la gravedad suficiente para hacerle la PCR.
El equipo de VPItv se acercó a este centro de salud y pudo constatar, de primera mano, las fallas que padece el popularmente conocido “Hospital de Lidice” al conocer la historia de la señora Nelida, una mujer de 79 años que tenía cuatro días de ser denominada “paciente post-covid” al superar la letal enfermedad.
La señora presentó un cuadro de fiebre de 39 grados y tensión arterial alta, por lo que fue trasladada a este centro médico aproximadamente a las 6:00 am. Al llegar fue revisada en el “área covid” pero inmediatamente fue remitida a emergencias, sitio en el que tuvo que esperar por más de tres horas para ser atendida, para luego tener que regresar al área previa.
“Llegamos a emergencias y no había ni un solo doctor, una enfermera le tomó la tensión a mi madre y nos dijo que teníamos que regresar a casa, porque los doctores ya habían cerrado guardia y los próximos llegaban a las 8:00 am”, expresó su hija Alejandra.
La señora fue revisada cerca de las 9:00 am, presentando un cuadro de poca saturación de oxígeno en el cuerpo y descompensación en su salud y, al ser paciente covid-19, fue reenviada a esa área para su cuidado.
“Menos mal habíamos llevado termómetro y tensiómetro, porque el del hospital se había dañado ese mismo día”, resaltó la hija de la paciente.
Máquinas dañadas
Además de tener los tensiómetros del área de emergencia dañados, en el recorrido del centro de salud también se supo que el área de rayos X se encontraba cerrada, debido a que la máquina también resultó afectada.
Las encargadas de los rayos X informaban a los pacientes que el equipo tenía dañada una pieza vital para su funcionamiento y que desconocían el tiempo que tardaría en repararse, por lo que instaban a las personas a buscar otros centros médicos donde poder hacerlos.
Este tipo de problemas se suelen ver en gran parte de los hospitales del país, los cuales dejan de atender en algunas oportunidades a los enfermos ante la escasez de medicamentos y equipos, por lo que suelen remitirlos a otros centros médicos para intentar ser vistos.
Excelente disposición médica
A pesar que la señora Nelida pasó estas horas en espera, al llegar los médicos al hospital fue atendida inmediatamente, determinando que tenía una infección urinaria que se genera como remanente del covid-19 permanente, por lo que permaneció otro par de horas mientras recibía tratamiento.
Tanto en el “área covid”, como en emergencias, el único sustento de los pacientes es el buen control de los doctores, quienes a pesar del aumento de contagios incluso internos al ser la primera línea de defensa sanitaria, siguen trabajando para atender a la mayor cantidad de personas posibles diariamente.
“Actualmente hay muchos médicos del área covid contagiados, pero tenemos que seguir luchando para evitar que el número de casos aumente. Durante enero hemos venido registrando una media de 300 casos confirmados de coronavirus diarios, cifras que nunca habíamos presentado”, expresó uno de los trabajadores del hospital, que prefirió permanecer en el anonimato.
