El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró recientemente que su país está siendo víctima de la “cultura de la cancelación” por parte de Occidente, en un presunto intento para eliminar los logros realizados por el país.
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Estas palabras vinieron acompañadas de una comparación con lo que vivió la escritora británica J.K Rowling, conocida por ser la creadora del universo de Harry Potter.
“Hace no mucho, la escritora Joanne Rowling, que ha vendido cientos de millones de libros en todo el mundo, fue “cancelada” porque no agradaba a los supuestos adalides de lo que llaman libertad de género. Hoy intentan cancelar a todo un país con mil años de historia, nuestra gente”, detalló Putin.
El hecho fue rápidamente cuestionado por la autora, quien aseguró que todos aquellos que “masacran civiles” no eran los más capaces para criticar la cancelación occidental.
“Es posiblemente mejor que las críticas a la cultura de la cancelación de Occidente no sean hechas por aquellos que están cometiendo una carnicería de civiles por el delito de la resistencia o los que encarcelan y envenenan a sus críticos”, escribió Rowling en su cuenta de Twitter.
Critiques of Western cancel culture are possibly not best made by those currently slaughtering civilians for the crime of resistance, or who jail and poison their critics. #IStandWithUkraine https://t.co/aNItgc5aiW
— J.K. Rowling (@jk_rowling) March 25, 2022
Sin embargo, ¿Qué es realmente la cultura de la cancelación?
Estos cuestionamientos fueron explicados en el programa Negocios y Marcas de VPItv por el periodista Joaquín Sánchez Mariño, donde definió que la cultura de la cancelación es la forma moderna del ostracismo o exclusión contra alguien que se considera que actuó o dijo algo de manera inaceptable.
Según Sánchez, este tipo de acciones pueden ocurrir en los aspectos más cotidianos de la vida, aunque sostuvo que en muchas ocasiones esta cultura no es propia, sino que es algo que ocurre por terceras personas, marcas o directrices políticas.
“Causas que generalmente no son propias, las marcas son las primeras que empiezan a participar el discurso tomando temas como la inclusión o temas que están en la sociedad para no quedar fuera, pero también con mucho cuidado para que no sea malinterpretado y que queden cancelados ellos mismos”, expresó.
“Que la censura esté en manos de una empresa es bien delicado y sobre todo en un contexto mundial, donde las redes sociales chinas pelean con las redes sociales de Estados Unidos”.
