Alina Benítez de Galindo llegó hace 21 años al estado Falcón, en Venezuela, huyendo de la situación en Cuba. Se nacionalizó en Venezuela en 2018 y un año después el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) le otorgó su cédula que le permitiría acceder a todos los derechos básicos en el país.
“Me asignaron el 33.309.418, pero esa data salió mala y no aparezco en el sistema”, denunció la ciudadana.
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Benítez agregó que en la sede del Saime en Coro la “reciben prácticamente en la puerta, me prometen que el caso va para Caracas y así me han mantenido por 2 años (…) Ya estoy cansada y necesito el documento para poder acceder a la vacuna y otros derechos”.
