El gremio de la salud insiste en solicitar mejoras salariales ante la hiperinflación que vive el país. En esta ocasión, el Sindicato Único de Médicos de Venezuela (Sunamed), seccional Guárico, exigió a Nicolás Maduro que ajuste el salario de acuerdo a las necesidades del venezolano.
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Desde las afueras del hospital Israel Ranuarez Balza, en San Juan de los Morros, el gremio de médicos aseguró que ante los bajos salarios, cada vez se hace más difícil poder cumplir con las labores médicas, debido a que muchos deben reinventarse y usar el tiempo de trabajo para ganar otros ingresos.
El doctor Henrry Pérez, secretario general del sindicato en la zona, exigió que el sueldo sea elevado a 600 dólares, debido a que existe pérdida del poder adquisitivo en todos los niveles y escalas salariales de los profesionales del sector salud.
“La quincena de un médico de nómina del estado no alcanza ni siquiera para poder comprar un rubro de primera necesidad, ni siquiera artículos personales, como ropa, zapatos o cualquier otro producto que se requiera” , indicó Pérez.
El sindicalista recalcó que dentro del hospital de la capital de Guárico no cuentan con los insumos necesarios para atender las emergencias.
“Cada vez son menos los insumos con los que contamos, cada vez son más los insumos que el misma familiar del paciente debe comprar, porque no contamos ni siquiera con lo más básico, necesitamos tensiómetros, glucómetros y saturómetros móviles, para que los profesionales desempeñen mejor su labor”, agregó.
Pérez también manifestó que requieren dotación de uniformes pues la mayoría de los médicos no cuentan con los ingresos suficientes para adquirir batas, zapatos, además de tapabocas y mascarillas, en medio de la pandemia por la covid-19.
Recientemente, el gremio de enfermeros en esta zona llanera del país también se quejó por los bajos salarios. De acuerdo con Petra Malavé, un enfermero percibe un salario de cuatro dólares mensuales, mientras la canasta básica alimentaria supera los 300 dólares.
Ante esa situación, al menos 500 enfermeros han dejado sus puestos de trabajo para emigrar o dedicarse a otras labores.