Como maniconio, centro para los enfermos mentales o prisión. La isla neoyorkina de Hart, perteneciente a las islas Pelham, con 1,5 kilómetros de largo y 300 metros de ancho, ha sido utilizadas por distintos motivos desde el siglo XVI. Pero ahora, en pleno 2020, se ha vuelto un terreno a disposición para aquellas víctimas del nuevo coronavirus, SARS-CoV-2.
La historia de Hart Island
Al principio, Hart era propiedad de los indígenas que habitaban en la isla hasta que un doctor británico se los compró. A pesar que no existe otra versión salvo un reportaje de la agencia EFE, no fue hasta 1868 que el Departamento de Caridades y Corrección lo adquirió con el fin de construir una casa para menores de edad. Al año, los prisioneros del centro penitenciario Blackwell’s Island se trasladaron en ferry para enterrar aquellos cadáveres que se encontraban en la morgue del hospital Bellevue.
Otras versiones también indicaron que la ciudad de Nueva York compró el terreno para instituciones dedicadas a los pacientes psiquiátricos, centros reformatorios para delincuentes menores de edad y una prisión. Lo que sí tienen en común estas historias es que en 1975 fue cuando comenzaron los entierros en las fosas comunes de aquellas personas no identificadas o que no tenían el dinero suficiente para adquirir un servicio funerario.
Así que en la pequeña isla podemos encontrar a aquellos individuos cuya “identidad fue desconocida en el momento de su muerte y no se pudo localizar a un pariente más cercano para organizar los servicios de entierro; porque la familia del individuo no podía pagar los costos del entierro o porque la familia del individuo prefería que su ser querido sea enterrado en Hart Island”.
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Según la página oficial de la isla de Hart, desde 1980 se empezó a identificar a los cuerpos que se enterraban ahí y, actualmente, existen 68.955 fosas comunes descritas una por una a través de un mapa virtual. No obstante, en una situación normal, los familiares de los fallecidos podrían visitarlos a través de una cita con el Departamento de Corrección de la Ciudad de Nueva York -institución encargada para estas competencias-, pero la crisis del nuevo coronavirus ha provocado la suspensión de estos honores para evitar su propagación.
Víctimas del coronavirus
Hasta la redacción de esta nota, en el estado Nueva York se había registrado hasta más de ocho mil fallecidos por el Covid-19, siendo uno de los más afectados en los Estados Unidos. Sin embargo, el alcalde de este condado, Bill de Blasio, aseguró que solo los cuerpos no identificados -y no reclamados- serán enterrados en esta isla americana.
“No habrá entierros masivos en Hart Island. Todo será individual y cada cuerpo será tratado con dignidad“, aseguró la máxima autoridad de la ciudad neoyorkina. Y, aunque esto suene más tranquilizador, la secretaria de prensa de la alcaldía de esta ciudad informó que antes se recibían 25 cuerpo por semanas, pero que actualmente es la misma cifra diariamente.
Si se llegase a usar esta fosa común para las víctimas del Covid-19 -por colapso en los cementerios públicos tanto los privados y en el servicio de crematorios-, esto superaría al brote de SIDA de 1990, que dejó a más de 100 mil fallecidos entre las décadas de los 80 y 90. Pero -como se ha dicho anteriormente-, hasta la redacción de esta nota no representa ni 10% de ese año.
Si bien es verdad que no se puede registrar material audiovisual de esta zona, imágenes de la agencia Reuters han evidenciado la veracidad de este hecho. El Departamento de Corrección de NY solo permite dos visitas al año a los medios de comunicación en marco de su día, mientras que a los familiares los fines de semana y con previa cita, de manera gratuita. No obstante, estos tendrán que trasladarse como lo hicieron los reos en el siglo XVIII, a través de un ferry, en el muelle de City Island, al este de Fordham Street.
La crisis sanitaria del coronavirus ya cuenta con más de dos millones de personas contagiadas y más de 100 mil muertos en todo el mundo. Estados Unidos encabeza la cifra más alta de fallecidos, según cifras oficiales de la Universidad Johns Hopkins.
Comuníquese aquí
Si eres familiar de alguien enterrado en este cementerio público o desea reconocer la identidad de algún individuo, sobre todo en el brote del SARS-CoV-2, se puede comunicar con el número (718) 546-0911 o al correo [email protected], para más información.