La exploración del espacio se ha convertido en uno de los deseos más importantes del ser humano, hecho que desde el inicio del nuevo milenio ha tomado mayor auge con el descubrimiento de un gran número de planetas, muchos de los cuales podrían llegar a ser habitados por el hombre en algún futuro.
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Recientemente, un grupo de astrónomos descubrieron nuevos detalles sobre un distante planeta en el que posiblemente pueda llover hierro. El exoplaneta, denominado Wasp-76b, el cual está ubicado a 640 años luz de la Tierra y mantiene una órbita tan cercana a su sol o estrella principal que permite que sus temperaturas alcancen los 2.400 °C, lo suficientemente caliente para que los metales del planeta sean vaportizados, mientras que una noche en este mundo el clima disminuye hasta unos 1.000 °C, lo que permitiría la condensación de dichos materiales, provocando una lluvia de metal.
El nombre de Wasp-76b proviene del telescopio Wasp, el cual fue descubierto por Reino Unido hace unos cuatro años. El científico Don Pollacco de la Universidad de Warwick, uno de los descubridores aseguró era muy difícil determinar lo exótico de ese mundo en dicho momento.
Los cambios tan drásticos en la temperatura de Wasp-76b se deben a que el gigantesco planeta gaseoso posee el “acoplamiento de marea”, lo que permite que un solo lado de la esfera esté siempre viendo a su estrella solar, tal y como sucede entre la Luna y la Tierra.
El doctor David Ehrenreich de la Universidad de Ginebra, aseguró a la BBC que esta anomalía climática era un suceso bastante extraño para el conocimiento humano. “Imagínate que en lugar de una llovizna de gotas de agua, tengas gotas de hierro salpicando“, expresó el especialista.
Wasp-76b fue descubierto Ehrenreich y sus colegas mientras utilizaban el nuevo ESPRESSO, (Espectrógrafo Echelle para Exoplanetas Rocosos y Observaciones Espectroscópicas Estables), en el Very Large Telescope Project (VLT) del Observatorio Europeo Austral en Antofagasta, Chile, donde también realizaron todos los estudios pertinentes para conocer lo que se pueda de este planeta.
Wasp-76b, un “Júpiter caliente”
Al ser descubierta, los científicos y astrónomos determinaron que este planeta era muy gigante, teniendo incluso el doble de ancho de Júpiter, manteniendo un estilo gaseoso que permite la fácil movilización de materia por todo el globo, además de ser apoyado por las altas temperaturas que posee.
“Esta cosa orbita tan cerca de su estrella, esencialmente está bailando en la atmósfera exterior de esa estrella y está sujeta a todo tipo de física que, para decirlo sin rodeos, realmente no entendemos (…) O terminará en la estrella o el campo de radiación de la estrella volará la atmósfera del planeta para dejar solo un núcleo rocoso y caliente”, expresó Pollacco a la BBC.
Vientos de 18.000 km que azotan el mundo
La lluvia de hierro y las exorbitantes temperaturas no es lo único que sorprende de este planeta, ya que otra característica interesante es su comportamiento de marea, lo que evita que gire en su propio eje como la Tierra, generando que el lado que ve directamente a su estrella esté en constante calentamiento, dispersando sus nubes e incluso dividiendo las moléculas de su atmósfera en átomos individuales.
Este fuerte impacto climático genera intensas ráfagas de viento en todo el mundo, generando que este exoplaneta pueda alcanzar unos vientos de hasta 18.000 kilómetros por hora, según reseñó David Ehrenreich a la BBC. La confirmación de este suceso ocurrió cuando detectaron una fuerte marca de vapor de hierro en la frontera nocturna del planeta mientras usaban el ESPRESSO.
“Lo que suponemos es que el hierro se condensa en el lado nocturno, que, aunque es caliente (y alcanza los) 1.400°C, es lo suficientemente frío como para que el hierro pueda condensarse en forma de nubes, como la lluvia, posiblemente como gotas. Estas podrían caer en las capas más profundas de la atmósfera a la que no podemos acceder con nuestras herramientas”, asegura Ehrenreich.