El cuarto y último punto de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional sobre el “Debate del deterioro de la salud infantil en Venezuela” fue, probablemente, el único punto que tuvieron en común las dos bancadas opositoras.
La diputada Manuela Bolívar, quien se había pronunciado antes que comenzará la sesión el brote de fiebre amarilla, volvió a denunciar la aparición de esta enfermedad que se había erradicó en los años 90 y aseguró que hay un gran facilidad de que esto se vuelva una epidemia dentro de Venezuela.
Bolívar aseguró que el régimén de Nicolás Maduro debe al Fondo Rotatorio 60 millones de dólares, lo que impide el acceso a vacunas y otros insumos médicos que pueden evitar estas enfermedades en la sociedad venezolana. Mientras tanto, el parlamentario Juan Carlos Velazco aseguró que se han registrado 30 mil casos de mortalidad infantil en lo que va del 2019.
La última asambleísta que intervino fue la integrante del Gran Polo Patriotico, Elimar Díaz, quien a pesar de estar de acuerdo con el punto del deterioro de la salud infantil, argumentó que la causa de esto era el bloqueo económico que sostiene Estados Unidos a Venezuela.
