El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ratificó que su gobierno está en contra del aborto, al tiempo que defiende los principios que rigen la religión católica, en respuesta a su predecesor y ahora candidato al cargo, Luis Inácio Lula Da Silva, quien expresó su venia al aborto al afirmar que este debe tratarse como “una cuestión de salud pública, para que todo el mundo tenga derecho”.
“En Brasil somos contra el aborto. Este es un Gobierno cristiano que defiende a la familia, respeta a las Fuerzas Armadas y al pueblo”, sentenció el actual mandatario del gigante sudamericano.
Las declaraciones de Lula se dan en el marco de uno de los temas más álgidos en Brasil, y que ha sido utilizado como punta de lanza en las campañas presidenciales tanto de este como de Bolsonaro.
El presidente brasileño desestimó los últimos sondeos relacionados a la intención de voto, que le otorgan al abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) aproximadamente 10% de ventaja. Frente a esto, Bolsonaro enarboló su política de la permisividad de armas en el territorio, como parte de las políticas de autodefensa de la ciudadanía.
“Quien cree en encuestas, también cree en Papá Noel. Facilitamos la compra y en los últimos tres años se duplicó la venta de armas. Un pueblo armado jamás será esclavizado (…) podrán reaccionar a cualquier dictador de turno que quiera robarle la libertad. Esa es una reserva. El mayor Ejército que tenemos es el pueblo brasileño”, zanjó Bolsonaro.
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