El expiloto brasileño Rubens Barrichello confesó durante una entrevista concedida a un programa de televisión en su país que le extirparon un tumor benigno en el cuello, luego de una revisión médica que se realizó tras sufrir problemas vasculares.
“Fui a hacerme unos exámenes y me encontraron un tumor aquí (en el cuello). Me abrieron y me lo quitaron. Lo tuve que hacer rápido porque al final de cuentas era benigno, pero era necesario retirarlo, porque si no, crecería”, dijo en el programa “Conversa com Bial”.
Competidor de la Fórmula Uno por más de dos décadas, Barrichello mostró la cicatriz que tenía en el cuello, producto de la cirugía a la que se sometió para que le extirparan el tumor.
El nacido en São Paulo relató que a finales del pasado mes de enero sufrió un derrame cerebral que no le dejó secuelas de ningún tipo, y por ello asistió a la revisión rutinaria en la que le detectaron el tumor.
“Estaba en casa tomando un baño y de repente sentí un dolor en la cabeza. De 0 a 10, fue un dolor en la cabeza tipo 8, 9, para romper a cualquiera. Me tumbé en el suelo porque no quería despertar a nadie, pero me estaba doliendo mucho y volví al cuarto para despertar a Silvana (su esposa). El dolor era muy grande y empecé a sentirme mal, vi que era cosa de hospital”, recordó.
El expiloto narró a su llegada al hospital que le colocaron un catéter por la ingle, y así certificaron que el vaso ya estaba cerrado. A su vez explicó que el derrame que sufrió, fue a raíz de “una vena que se abrió” por una “malformación”, y detalló que en dos horas ya se había regenerado por sí sola.
“Cuando salí del hospital me dijeron que apenas el 14% sale de esto como yo salí. Muchas personas tienen secuelas”, dijo Barrichello, subcampeón de la F1 en 2002 y 2004, ambas al volante de su monoplaza Ferrari, escudería que defendió entre el 2000 y el 2005.
