Varios manifestantes indiígenas en Ecuador fueros dispersados por los cuerpos de seguridad cuando intentaron tomar el Congreso de ese país. Los uniformados impidieron la llegada de la multitud, que avanzaba con algunas mujeres al frente.
A pocos metros de la Asamblea Nacional (AN) en la ciudad de Quito, capital del país andino, los funcionarios utilizaron equipo y logística antimotín para dipersar la concentración de los alrededores ante la llegada del grupo.
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La nación latinoamericana cumple más de 10 días de paro nacional para exigir al gobierno de Guillermo Lasso el cumplimiento de varias de sus demandas en materia socioeconómica.
El ministro de Defensa, Luis Lara, atribuyó los daños dejados durante el transcurso del paro y hasta la organización de este a grupos presuntamente pertenecientes al crimen organizado y al narcotráfico.
Lara también llamó a la ciudadanía a la “defensa de la paz y la democracia” ante el flagelo que abate al país, mientras que algunas provincias ya sufren los embates económicos de la paralización.
En respuesta al encarecimiento de los rubros provenientes de la sierra ecuatoriana y la imposibilidad de adquirirlos, la alcaldesa de Guayaquil, Cinthia Viteri, anunció su disposición de comprar rubros en el exterior.
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