El Departamento de Justicia de Estados Unidos le pedirá a la Corte Suprema que intervenga y bloquee la ley de Texas que prohíbe los abortos después de las seis semanas de embarazo.
Anthony Coley, portavoz del organismo estadounidense, dijo que el gobierno federal ahora pedirá a la Corte Suprema revertir la decisión, pero no informó cuándo lo haría.
La acción se genera en momentos en los que las clínicas de Texas se están quedando sin vías para hacerle frente a la ley estatal diseñada por el Partido Republicano, la cual prohíbe los abortos una vez que se detecta el latido cardiaco fetal, lo cual usualmente ocurre a las seis semanas de concepción, pero antes de que por lo general una mujer se entere que está embarazada.
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Por su parte, los defensores del derecho al aborto han ejercido presión sobre el gobierno estadounidense para que acudiera a la Corte Suprema incluso antes del anuncio.
El máximo tribunal del país ya permitió en una ocasión que las restricciones entraran en vigor, pero lo hizo sin determinar la constitucionalidad de la ley.
Desde que la norma entró en vigor el 1 de septiembre, las mujeres de Texas han tenido que acudir a clínicas de abortos en estados vecinos, algunas de ellas conduciendo horas durante la noche. En esos recorridos también ha habido pacientes de incluso 12 años. La ley no hace excepciones para casos de violación o incesto.
