Una de las noches más tensas para Estados Unidos y el mundo se vivió este 3 de noviembre tras el cierre de la jornada de sus elecciones, quizás las más esperadas en décadas y sin un resultado claro para dar el veredicto final, que días o hasta semanas puede demorar en conocerse.
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Unas elecciones muy ajustadas al no conocerse lo que en al menos 9 estados se quiere para el futuro del territorio estadounidense y su proyección en el mundo.
Pero, ¿Qué necesitan el candidato demócrata y republicano para obtener la presidencia?
“Millones de votos emitidos legalmente aun están en proceso de recuento”, así lo confirmó el corresponsal de la BBC en EE.UU, Anthony Zurcher.
Las condiciones de este proceso electoral, llevado a cabo en medio de una pandemia y con un número récord de votos vía correo, retrasaron sin duda el conteo en varios estados.
A estos factores, se le suman otros como la diferencia de horario y una contienda cerrada en la que cada voto cuenta.
Las encuestas previas a las votaciones arrojaban resultados que reflejaban una cómoda victoria a Biden. Sin embargo, un triunfo claro ya ha sido completamente descartado.
En el caso de Biden, el demócrata tendría que ganar dos de los tres estados del llamado “cinturón de óxido”, aquellos que concentran el área industrial del país. Aunque, también podría remplazar uno de ellos por Georgia o Carolina del Norte.
De no conseguirlo, la victoria sería casi definitiva para Trump.
¿Cuáles son las probabilidades de ambos candidatos?
Todo indica que tres territorios que representan a la industria estadounidense, definirán las elecciones presidenciales.
En 2016, Wisconsin, Michigan y Pensilvania nombraron como presidente a Donald Trump, por tan solo unos 80.000 votos en conjunto y menos del 1% de ventada en cada uno. Cuatro años más tarde, todo apunta a que la reelección del mandatario estará también en sus manos.
Sin embargo, si Biden confirma su ventaja en estados como Arizona y Nevada, el puesto en la Casa Blanca, será otorgado para el candidato demócrata, quien solo necesita triunfar en dos de estos tres estados para salir victorioso.
Arizona, un territorio republicano en disputa
Arizona es otro de los estados en los que aún no se define un ganador.
En 1952, fue la última vez que eligió a un candidato demócrata como presidente de los Estados Unidos, (Bill Clinton). Este año, medios de comunicación ya han asegurado la victoria de Biden en ese estado.
Carolina del Norte y Georgia
La noche del 3 de noviembre, otros estados importantes presentaron retrasos y aún permanecen en conteo.
Uno de ellos es Georgia, estado republicano desde 1972. Sin embargo, cuando la estadística arrojaba una ventaja a Trump del 5,3% se informó que retomarían el conteo nuevamente por problemas técnicos.
Carolina del Norte, es otro territorio crucial, y aunque se esperaba que fuera uno de los primeros en publicar sus resultados. Aunque llegó al 95% del reconteo con una ventaja de 1,4% para Trump, aún no ha declarado un triunfo decisivo.
Alaska, Nevada y Maine
Estos tres estados son los últimos en los que no se ha proyectado un ganador.
Sin embargo, desde el 2000, Maine se ha inclinado por el partido demócrata y todo parece que la historia se repetirá este año, ya que Biden encabeza el conteo con más del 54%.
Nevada, por su parte, se considera como un estado que ha variado su votación. En los años 90, apoyó al demócrata, Bill Clinton, luego se inclinó hacia el republicano George W. Bush, seguido por Barack Obama y finalmente a Hillary Clinton en 2016.
En Alaska, Trump lleva una cómoda ventaja de casi el doble de preferencias.
Aunque aún los resultados finales no se conocerán, los comicios electorales en Estados Unidos reflejan ser una nación fuertemente dividida.
Mientras Biden ha salido en medios de comunicación para alentar a la ciudadanía y pidiendo mantener la calma, Trump asegura no estar preparado para un discurso de aceptación tras una derrota.
