Acusada de tres cargos relacionados con el lavado de dinero por la justicia de Estados Unidos, la extesorera nacional de Venezuela y enfermera del presidente fallecido Hugo Chávez, Claudia Guillén, solicitó a la corte norteamericana que desestime las imputaciones al considerar que “carecen de jurisdicción extraterritorial”.
De acuerdo con lo reseñado por la agencia de noticias EFE, la defensa de Guillén argumenta que las leyes “tienen únicamente aplicación interna” basada en un principio que “se deriva del riesgo de ‘choques no deseados entre nuestras leyes y las de otras naciones que podrían resultar en discordia internacional”.
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En reciente documento presentando ante la corte, los abogados de la exfuncionaria que uno de los implicados, Raúl Gorrin, “dejó claro” vía Twitter que las transferencias de dinero no la involucran a ella ni a su esposo Adrián José Velásquez Figueroa.
Aunque la Fiscalía alega que Gorrin pagó millones de dólares en sobornos a dos extesoreros nacionales venezolanos, la “enfermera” y Alejandro Andrade Cedeño, para asegurarse los derechos de realizar transacciones de cambio de moneda extranjera a tasas favorables.
Un argumento rebatido por los defensores de Guillén, quienes aseguran que ni ella ni su esposo “transmitieron, transportaron o transfirieron algún instrumento monetario a los Estados Unidos para promover alguna actividad ilícita”.
La extesorera se encuentra bajo arresto desde el pasado mes de mayo en una prisión de West Palm Beach, en el sur de Florida, a la espera de audiencia previa al juicio el próximo 27 de junio. En mayo, la acusada se declaró “no culpable”.
La “enfermera”, que tiene doble ciudadanía, venezolana y española, está acusada de un cargo de “conspiración para cometer blanqueo de capitales” y dos de “blanqueo de capitales”.
