La fundación Cáritas envió un comunicado al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el que rechazó los hechos de persecución a los representantes de la fe católica en ese país y exhortó que sean respetados sus derechos en el marco de la Carta Magna nicaragüense.
“Nos resultan dolorosos e inadmisibles los hechos de persecución, hostigamiento y limitación de libertades a la Iglesia Católica nicaragüense. Nos preocupa la situación del cura párroco, presbítero Edwin Román, y algunos fieles de la parroquia San Miguel Arcángel de Masaya, que ha incluido su privación del derecho de celebrar libremente el culto y de recibir los servicios de agua y luz, así como el acceso de personas para aprovisionarlos de agua, alimentos y medicinas”, dice parte de la carta.
Cáritas aseveró que estos hechos violan los Derechos Humanos y del estamento jurídico del país centroamericano.
“Le solicitamos que se garantice a los ciudadanos nicaragüenses católicos en general y, particularmente, a los de la parroquia de San Miguel de Masaya, la seguridad jurídica que les brindan los artículos 27 y 29 de la Constitución Política de la República de Nicaragua.