Ron DeSantis, gobernador de Florida, fue demandando por un grupo de migrantes venezolanos trasladados a la isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, debido a que consideran las intenciones del funcionario como un “plan fraudulento y discriminatorio” para reubicarlos, reseñó la agencia de noticias AP.
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La acusación manifiesta que a los migrantes se les informó sobre un traslado a Washington o Boston, “lo que fue completamente falso”. Además, se utilizaron cupones de regalo por valor de 10 dólares para ser consumidos en la cadena de comida rápida McDonald’s.
La demanda, fue interpuesta en un tribunal federal de Boston. El debate se ha ido a lo político luego que Ivan Espinoza-Madrigal, director ejecutivo de Lawyers for Civil Rights, una organización encargada de la demanda, asegurara que “ningún ser humano debería ser utilizado como un peón político”.
Esto tuvo una rápida contestación por parte de la directora de comunicaciones de DeSantis, Taryn Fenske. “Es oportuno que los activistas usen a los inmigrantes ilegales para el discurso político”, dijo.
En la demanda también se involucra al secretario de Transporte del gobernador, Jared W. Perdue. El pasado martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, descartó la deportación de los migrantes provenientes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y aseveró que hacerlo “no es racional”.
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“Ahora estoy atento a Venezuela, Cuba y Nicaragua. La posibilidad de enviarlos de regreso a esos países no es racional”, afirmó durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
