Un día como hoy pero de 2006, fue ejecutado en la horca el político y dictador iraquí, Sadam Huseín, tras ser sentenciado por la justicia de su país por crímenes contra la humanidad.
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Huseín, nacido en 1937 en el pueblo de Al Awja, al sur de Irak, ostentó durante 24 años el máximo poder de su país. Sin embargo, el 30 de diciembre de 2006 fue ahorcado en la sede de sus servicios secretos en Bagdad, con la misma soga que sufrieron sus enemigos, por innumerables crímenes. Entre ellos, la muerte y tortura de más de 140 iraquíes.
Tras más de ocho meses burlando a las tropas estadounidense en su búsqueda, finalmente, fue capturado el 13 de diciembre de 2003, en su escondite subterráneo en la localidad de Al Daour, durante el gobierno de George Bush, un triunfo que fue reconocido en el mundo. Sin embargo, el también destacado revolucionario del Partido Baaz Árace Socialista pidió negociar, alegando que era el presidente de Irak.
“Soy Sadam Husein, soy el presidente de Irak y quiero negociar”, dijo en inglés a los soldados estadounidenses que lo descubrieron.
Al día siguiente de su ejecución, Husein fue enterrado en su localidad natal.
