Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez se empezó a construir el hotel Humboldt, de la mano de Gustavo Larrazábal, Oscar Urreiztieta y la empresa Eneca, mientras que su diseño estuvo a cargo del arquitecto Tomás José Sanabria. El propósito de su construcción era, inicialmente, unir la ciudad de Caracas con el Litoral desde un complejo turístico representativo a través del histórico teleférico.
El hotel, que consta de una altura de 2140 metros, cuenta con 19 pisos y una vista 360°. Tiene 70 habitaciones tipo suite y otros espacios como salones, piscina, terrazas, entre otros.
A pesar que para el 11 de diciembre de 1956 ya estaba construido, fue inaugurado el 29 diciembre. Pérez Jiménez lo calificó como la hostería de la cota 2000 y como patrimonio turístico de Distrito Capital. No obstante, expertos de la época aseguran que el propósito de su creación era militar para que al menos 800 soldados pudieran movilizarse desde el teleférico aunque hasta los momentos no se han efectuado tales hechos.
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A medida que iba funcionando, el hotel Humboldt tuvo altas y bajas, ya que solo estuvo operativo cuatro años entre 1957 y 1961 por problemas en el teleférico. En 1967 se volvió a reactivar pero bajo el poder de la cadena hotelera Sheraton y luego por el INCE en los años 70 como centro educativo.
El sistema teleférico de Caracas fue uno de los mayores problemas desde su inauguración, por complicaciones técnicas y de mantenimiento. De ahí a que pasará por distintas gestiones y dueños entre las instancias públicas y privadas, y que se cambiarán varias veces su interior.
