A un día de comenzar la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados la isla de Margarita parece más bien una zona de guerra, debido a la gran cantidad de efectivos militares y de cuerpos de seguridad que se encuentran custodiando las principales vías, estaciones de gasolina y centros comerciales, así como por las prohibiciones que han aplicado a sus habitantes.
Especialmente en los municipios Mariño (Porlamar) y Maneiro (Pampatar), donde estarán los integrantes de las 120 delegaciones que participarán en el encuentro, se observan efectivos militares apostados en las calles y también convoys y motorizados circulando constantemente por las vías. Se estima que al menos 14 mil efectivos han sido desplazados a la isla con motivo del encuentro.
Este lunes se vieron circular en motos funcionarios que portaban chalecos en el que se leía “Dirección de Control de Reuniones Públicas y Manifestaciones”, una instancia policial creada para el “resguardo de los derechos humanos y garantías de las personas que participan en reuniones públicas y manifestaciones”.
Además de ese control, se prohibió a los establecimientos comerciales vender productos regulados para evitar las colas en las calles. Sin embargo, desde hace algunas semanas han llegado a la isla artículos importados, que para la mayoría de los neoespartanos son imposibles de comprar dado su alto costo.
Debido a esta prohibición, en la mayoría de las comunidades se aceleró la venta de alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y también mediante otra modalidad: camiones de Mercal están yendo a los distintos sectores para vender de manera directa a los vecinos.
Aunque no hay un aviso oficial al respecto, en algunos centros asistenciales como la Clínica Nueva Esparta se suspendió el servicio de consultas hasta después de la Cumbre. Lo que sí es oficial es que no hay venta de pasajes ni por tierra ni por mar para ir a la isla hasta el 21 de este mes.
