Wilder Delgado.- La Conmebol será protagonista en este inicio de las eliminatorias, pero, porque todo lo está haciendo mal, pensando solamente en sí misma y en su bolsillo, sin importarle lo que van a padecer las selecciones que no podrán contar con algunos de sus jugadores por las restricciones para viajar e ingresar a algunos países debido a la pandemia de la Covid-19.
Varias selecciones tendrán ausencias notables, siendo Venezuela la más perjudicada. La Vinotinto tendrá cuatro bajas y la más importante, la del goleador histórico Salomón Rondón, algo que a nadie le importa más que al venezolano.
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No solamente Venezuela se verá afectada, por ejemplo Colombia no contará con su guardián del arco: David Ospina. El excuñado de James Rodríguez no recibió permiso de su club para viajar a Barranquilla. Luis Díaz y Mateus Uribe tampoco estarán con la oncena cafetera.
Perú es la más afectada por la rotunda negativa de la MLS en ceder a sus jugadores, que se une a la baja confirmada de Paolo Guerrero por lesión.
Es allí, cuando muchos nos preguntamos ¿Era necesario forzar para empezar las eliminatorias en octubre? ¿No podíamos esperar hasta el próximo año y ajustar el calendario?, la contra pregunta de otros sería ¿Si en Europa jugarán, por qué en Sudamérica no?, la diferencia es que las selecciones europeas tienen a sus jugadores en el mismo continente y la mayoría de las oncenas sudamericanas cuentan con futbolistas en Europa que deben viajar a este lado del charco, sorteando diferentes obstáculos en una época donde viajar es sumamente complicado por la presencia del virus.
Por ejemplo, y no yendo tan lejos, Fernando Aristeguieta fue devuelto de el Aeropuerto Internacional El Dorado hacia Ciudad de México (donde milita en su club) por llegar con una prueba PCR mayor a 96 horas, algo que Migración Colombia y el departamento de Sanidad de ese país no permite en los ciudadanos extranjeros que deseen ingresar a la tierra del café, y así será con varios jugadores de otras selecciones.
Existen muchas trabas para jugar, pero Conmebol es tan terca para caer en cuenta que todo está mal, están poniendo al fútbol por encima de la salud y la vida de las personas, sí, los jugadores se deben al juego, pero acaso su vida no vale. ¿Qué pasaría si un jugador se contagia y se crea un foco aún más grande? ¿Cuál sería la respuesta de Conmebol?, lo más seguro es que culparía al futbolista y a su entorno por su “irresponsabilidad”.
No Conmebol, así no se hacen las cosas, por eso, y desde hace varios años, Europa está años luz de nosotros en este aspecto. No en vano han ganado los últimos tres Mundiales (Italia en 2006, Alemania en 2014 y Francia en 2018), de hecho esas tres finales han sido entre selecciones europeas.
Conmebol, piensa bien en todo, porque si se le sale una rueda a la carreta no habrá excusas para remediar lo hecho, no vaya a ser que por hacer una gracia te salga una morisqueta. Sin embargo, el fútbol es bienvenido, y mi labor para informar lo que ocurra en cancha no cambiará.