Un ciudadano iraní fue detenido por las autoridades argentinas en la localidad de Concepción justo en el momento que intentaba adquirir pasajes con destino a Uruguay, según informó el diario Clarín.
La información fue confirmada por Gerardo Milman, diputado del parlamento argentino, quien afirmó vía Twitter que el hombre fue capturado con un “pasaporte venezolano falso” y “derivado al mismo juzgado de la causa del avión”.
El detenido en Concepción del Uruguay, iraní/iraquí con pasaporte venezolano falso, fue derivado al mismo juzgado de la causa del avión. Chan.
— Gerardo Milman (@gmilman) June 25, 2022
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Clarín también reseñó que con ayuda de un intérprete, el sujeto se identificó como “Asan Azad, de 28 años, nacido en Irán el 16 de mayo de 1994 e hijo de Azan Ramazan (padre) y Zara Rivan (madre)”.
Azad también habría declarado que “viajó en avión desde Teherán en el año 2016, llegando a los 12 días a Venezuela” donde “intentó tener la ciudadanía”. Países como Ecuador, Perú y Bolivia también fueron visitados por él hasta que finalmente arribó a Argentina por tierra a finales de 2021.
La Justicia de ese país investiga posibles vínculos con el terrorismo internacional de un avión sancionado por Estados Unidos que está retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, y a cuyos tripulantes, cinco iraníes y 14 venezolanos se les impidió por “tiempo indefinido” la salida del país.
La aeronave ingresó a Argentina el 6 de junio pasado con una carga proveniente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto Ezeiza. Posteriormente, despegó hacia Uruguay a cargar combustible, pero tuvo que devolverse porque el aterrizaje en esa nación no habilitado.
Recientemente, la administración de Maduro reclamó a Uruguay por impedir ingreso de avión retenido en Argentina. “Venezuela rechaza categóricamente el irresponsable manejo que ofreció la autoridad aeronáutica del Uruguay, al revocar el permiso de sobrevuelo otorgado a la empresa venezolana Emtrasur”, expresaron en un comunicado.
El Boeing 747 es propiedad de Emtrasur, filial de carga de Conviasa, pero que anteriormente pertenecía a la aerolínea iraní Mahan Air, sancionada por ser “un brazo logístico de organizaciones terroristas”, según la justicia argentina.
