Los católicos tiene como tradición no comer carnes rojas durante la semana santa, sustituyendo esta por el pescado, pero esta práctica ha mermado debido a los indices inflacionarios de Venezuela, que mantienen altos precios en el mercado.
En el estado Zulia, consumidores aseguraron que el costo del pescado se elevó de manera exacerbada, teniendo así un precio a la venta en efectivo y otro, casi dos veces más caro, si la compra es por transferencia o punto.
A juicio de los usuarios, los ingresos mensuales no permiten la adquisición de carnes blancas con mayor facilidad. “Las ventas han caido un 50 por ciento comparadas con la semana santa de 2017” aseguró uno de los propietarios de una pescadería.
Por otra parte, los usuarios de un mercado municipal del estado Vargas afirmaron que el precio del pescado se ha incrementado en un 50% en tan solo dos días, haciendo cuesta arriba la compra del producto.
Sardina es el producto más comprado en la Semana Santa 2018, según afirmaron los varguenses, ya que su costo es el más econóico del mercado, además de rendir un poco más en las mesas de los venezolanos.
