La preocupación aumenta por la persecución política en Nicaragua, que afecta la economía y sociedad.
El economista nicaragüense Ramón Casilda Béjar indicó que los recientes indicadores económicos, sociales y políticos de Nicaragua revelan “una situación francamente preocupante, con una economía en declive”.
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En conversación con el medio DW, el especialista indicó que la confianza a las próximas elecciones presidenciales se encuentra por el suelo. “Actualmente hay un solo candidato, el propio Daniel Ortega”, dijo.
Agregó que en este país más del 60% del empleo es informal, por lo que lo único que le queda a Nicaragua “son las remesas de sus emigrantes y exiliados”, agregó Casilda.
Por su parte, Désirée Reder, investigadora del Instituto Alemán para Estudios Globales y regionales, criticó que la comunidad internacional no ha tomado las acciones necesarias para lo que ocurre en Nicaragua.
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“A pesar de que el régimen lleva endureciendo las medidas represivas desde 2018, el mundo se ha hecho el distraído”, dijo Reder.
Recordó que “entre 2018 y 2021 Estados Unidos ha impuesto sanciones a al menos 26 personas y siete empresas relacionadas con Ortega.
La Unión Europea, el Reino Unido y Suiza han sancionado conjuntamente a 18 funcionarios policiales y Canadá ha impuesto 9 sanciones.
