Desde que Twitter etiquetó dos tweets del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como “información errónea” para evitar la desinformación en plena pandemia del Covid-19, se inició una nueva guerra: el mandatario estadounidense en contra de las redes sociales.
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La red social Twitter desde el mes de febrero está implementando distintas herramientas para detectar informaciones falsas, sobre todo en plena pandemia de Covid-19 con el fin de que se propague contenidos erróneos que puedan afectar a la población. Además, por cada advertencia se podrá ver enlaces que muestran los riesgos que ocasionaría cada tweet, debido a que este tipo de contenido se puede confundir con lo que dicen los especialistas de salud pública antes que los usuarios lo vean.
Pero esta medida no solo ha sido usada por Twitter, Facebook también lo ha realizado -que maneja Instagram-. Y, a pesar que las redes sociales son competencias entre sí, están unidas en contra de la lucha de las fake news.
Pero esta semana, el presidente Trump se sintió ofendido porque estas la tildarán como “información errónea”, lo que ha generado que el mismo Ejecutivo estadounidense anuncié que firmará un decreto en contra de las redes sociales para el cierre de las mismas.
“¡Este será un Gran Día para las Redes Sociales y la JUSTICIA!”, publicó Trump a pesar que sus notas anteriores se referian al fraude de la votación por correo electrónico para las elecciones del mes de noviembre en que el también empresario juega su reelección y y que después de las cinco de la tarde de este jueves firmara el decreto a favor de la libertad de expresión, que es uno “de los peligros más graves que ha enfrentado la historia de los Estados Unidos”.
Reuters tuvo acceso al documento borrador y se precisó que una Comisión Federal de Comunicaciones estaría al tanto de las regulaciones bajo la sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, que exime a las plataformas digitales de la responsabilidad legal por el contenido que publican los usuarios. Además, puntualiza y se le pide a la FCC revisar la edición de contenido por parte de las redes sociales, ya que consideran que modera el contenido y sus políticas son inconsistentes.
“Un pequeño puñado de monopolios de redes sociales controla una gran parte de todas las comunicaciones públicas y privadas en los Estados Unidos. (…) Han tenido un poder sin control para censurar, restringir, editar, dar forma, ocultar, alterar, prácticamente cualquier forma de comunicación entre ciudadanos privados y grandes audiencias públicas”, dijo el presidente.
A pesar que Twitter no se ha pronunciado al respecto sobre el decreto que pretende firmar Trump, un funcionario del gobierno alemán invitó a la compañía radicada en California a mudarse a Europa. “Aquí son libres de criticar al gobierno y a las noticias falsas. ¡Tenemos un gran ecosistema de emprendimientos y tecnología, su compañía sería un acople perfecto y yo les abriré la puerta!”, dijo el representante de economía y emprendimiento de Berlín, Thomas Jarzombek.
Por el lado de Facebook, su representante, Mark Zuckerberg, aseguró a Fox News que, al menos su red social, no debería “ser el árbitro de la verdad de todo lo que la gente dice en línea”, pero el presidente de Twitter, Jack Dorsey, aseguró que tildar estos mensajes de erróneos no convierten a las redes sociales en estos “árbitros de la verdad”.
“Nuestra intención es conectar los puntos de las declaraciones en conflicto y mostrar la información en disputa para que las personas puedan juzgar por sí mismas. Una mayor transparencia de nuestra parte es fundamental para que la gente pueda ver claramente el por qué detrás de nuestras acciones”, dijo Dorsey en su perfil.
Ahora la guerra entre los directores ejecutivos se ha vuelto real por las declaraciones de cada uno, que no es nuevo ya que en octubre del 2019 se habían enfrentado con respecto a los anuncios políticos. De igual manera, el CEO de Twitter pidió dejar afuera a los empleados de la empresa y asumir él toda la responsabilidad de las decisiones tomadas por Twitter.