Durante la temporada de tulipanes, los horticultores de Holanda se han visto obligados a destruir millones de flores todos los días, debido a la caída de la demanda que ha provocado el brote del covid-19 en ese país.
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Crisantemos, rosas, tulipanes y otras plantas han sido desechadas por sus productores al no ser vendidas, en un desplome inédito de las operaciones de este sector en más de 100 años.
Royal FloraHolland, cooperativa de horticultura en esa nación, estimó que entre el 70 y el 80% de la producción total “está siendo destruida” en los propios viveros donde se cosechan.
Las medidas de cuarentena y el cierre de los mercados ha golpeado de esta forma a uno de los mercados de flores más grandes del mundo, según explicó AFP.