La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció este miércoles la intensidad de la represión contra los manifestantes por parte de las autoridades de Nicaragua y confirmó que 264 personas han fallecido desde el inicio de las protestas en abril, algo que el gobierno nicaragüense rechazó.
Por su parte, Paulo Abrao, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señaló que con los días se generan nuevas prácticas de represión en Nicaragua que inciden en el deterioro de la situación.
“Hay un nuevo modus operandi de la represión con nuevas y diversificadas prácticas de generar intimidación en la población”.
“Estas nuevas prácticas de represión no son aceptables, la comisión va a seguir denunciando cada una de ellas y es muy importante que la comunidad internacional siga bastante atenta a lo que está pasando en Nicaragua”, agregó Abrao, quien asegura que “la Organización de Estados Americanos debería aprobar una resolución actualizada de lo que está pasando”.
Finalmente, el secretario ejecutivo añadió que “la población requiere una respuesta por parte de las autoridades de reconocimiento de estas injusticias, para que con base en la verdad se pueda construir para el futuro alguna salida pacífica para esta grave crisis que el país vive”.
