La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, consideró este miércoles que la vacunación obligatoria no sería una opción aceptable.
“Bajo ninguna circunstancia, la gente tiene que ser vacunada a la fuerza, aunque si una persona se niega a cumplir con la obligación de vacunarse puede tener consecuencias legales, como por ejemplo una multa apropiada”, dijo Bachelet en un video mensaje en relación a la reciente declaración del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Kluge, sobre obligar la vacunación como “último recurso” contra la covid-19.
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Bachelet advirtió de que hay que tomar en cuenta importantes consideraciones de derechos antes de hacer obligatoria la vacunación.
“Debe cumplir con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación”, explicó, según se lee en una transcripción de sus palabras durante un seminario del Consejo de Derechos Humanos.
La Alta Comisionada insistió en que “la obligatoriedad de la vacunación solo debe usarse cuando sea necesario para lograr objetivos imperiosos de salud pública, y solo cuando las medidas menos intrusivas, como llevar tapabocas y la distancia social, no logren satisfacer esos objetivos de salud pública”.
Bachelet enfatizó también que para que la obligación esté “de acuerdo con los principios fundamentales de los derechos humanos de igualdad y no discriminación”, los países tienen que asegurar el suministro de vacunas y que sean “suficientemente seguras y efectivas”.