El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, y el presidente de la Comisión de Política Exterior de ese organismo, Luis Florido, anunciaron este jueves que se acordaron las condiciones para un diálogo formal y “serio” con el gobierno nacional, en el que se garantice el derecho a unas elecciones presidenciales “limpias y transparentes” el próximo año.
“La AN tiene puentes con países de la región para lograr una negociación transparente, que nos garantice mejores condiciones electorales y la apertura de un canal humanitario”, dijo Borges, quien detalló que Chile, México, Paraguay, Bolivia y Nicaragua “están adelantando gestiones para concretar un grupo de países amigos que propicien” el acuerdo.
Sobre la fecha de este nuevo diálogo entre gobierno y oposición, Borges expresó que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está a la espera. “Solo falta que el gobierno diga que está listo”, agregó.
Florido, por su parte, explicó que entre los temas a abordar, además de las condiciones electorales y la apertura de un canal humanitario que garantice la entrada de alimentos y medicinas al país, figura también la liberación de los presos políticos.
“Desde la Unidad ya estamos listos para abordar este proceso de negociación formal. Esperamos que República Dominicana, en conjunto con el gobierno, acuerde con nosotros la fecha. Hemos hablado con distintos sectores para salir de dudas, estamos buscando salidas constitucionales a esto, y debemos responsablemente como Parlamento y Unidad asumir el compromiso”, declaró.
El presidente de la Comisión de Política Exterior aseguró que la metodología propuesta por la MUD es que seis países participen con sus cancilleres como “garantes” de los temas que se acordarán y se aprobarán en minutas.
“No todo diálogo es negociación”, afirmó Florido al ser cuestionado sobre las consecuencias que esto le podría traer a la ya de por sí maltrecha Unidad, cuyos partidos, según él, apoyaron este proceso.
Finalmente, mencionó también la necesidad de nombras nuevas autoridades dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), y aseguró que por ello “el gobierno es el primer enemigo del diálogo con observación y garantía internacional”.
