El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, aseguró este sábado que “la presión internacional ha servido” para que el gobierno nacional “empiece a ceder”, luego de las primeras reuniones “exploratorias” entre representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y del Ejecutivo.
“Esto es una victoria para Venezuela (…) El gobierno ha tenido que aceptar que México, Chile y el Vaticano se metan en el problema”, dijo, en referencia a la participación como garantes de estos países y de algún miembro de la Iglesia, en las negociaciones que ambas partes procuran llevar a cabo más adelante.
En una conferencia de prensa ofrecida junto al también diputado Luis Florido, el mandamás del partido político Primero Justicia (PJ) recordó que “el objetivo (de la oposición) sigue siendo salir de este gobierno mediante una vía democrática”, y aclaró que esa es la principal condición que tienen para dialogar: la garantía de unas elecciones presidenciales libres.
“Esta vez no vamos a permitir que ocurra lo que ya pasó en 2014 y 2016, que nos vacilaron a todos. Detrás de este proceso está el mundo entero, todo el mundo está con nosotros, todo el mundo quiere que en Venezuela haya democracia”, afirmó.
Sobre su participación y la de otros dirigentes opositores en las que catalogó como “reuniones exploratorias” con el gobierno en República Dominicana, Borges detalló que lo hacen “para agotar las vías”.
“No podemos permitir que el país se siga hundiendo y mientras tanto no hagamos nada”, explicó, al tiempo que aseveró que la oposición tiene como meta más cercana “derrotar al gobierno en las elecciones regionales”, para así “darle un enorme triunfo a Venezuela”.
“Una derrota electoral debilitaría al gobierno y nos acercaría a la meta”, argumentó el jefe del Parlamento, quien detalló además que la MUD fijará “una persona para que sea el vocero oficial de este proceso” de reuniones y negociaciones con el gobierno.
“Ganar en las elecciones regionales demostraría que el cambio es inminente”, añadió.
