Además de su cercanía geográfica y parentesco histórico, Colombia y Venezuela se estrechan con relación a temas como la economía fronteriza, el narcotráfico y la operatividad de grupos armados en la zona común. Durante el transcurso de los últimos 23 años, varios despachos han asumido el poder y con ello, la intención de subsanar las diferencias y problemas comunes.
Poco antes de la llegada del nuevo milenio, ambas naciones intentaron, una vez más, lograr la cohesión entre ellas, indistintamente de las diferencias ideológicas. Andrés Pastrana fungía como el último inquilino del Palacio de Nariño, mientras que a Miraflores entraba Hugo Chávez, cuyo proyecto político dio inicio a un nuevo ciclo histórico.
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Desde Andrés Pastrana hasta Gustavo Petro por parte de Colombia, y desde Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro, los señalamientos, las declaraciones y las reconciliaciones han tomado protagonismos en la cronología de ambas naciones.
Andrés Pastrana – Hugo Chávez: Intermediación y normalización por y para un objetivo en común
Con la llegada de Hugo Chávez al poder, el gobierno de Colombia, para entonces con Andrés Pastrana en la presidencia, busca la normalización de las relaciones bilaterales con énfasis en lograr una alianza para hacer frente a los grupos irregulares que hacen vida en la zona fronteriza.
A través de una carta privada al nuevo Ejecutivo en Miraflores, Nariño inicia las conversaciones para fijar “los parámetros de lo que Colombia considera debe ser el marco para la relación entre las dos naciones”, que tendría como punta de lanza el apoyo de Caracas a Bogotá para impulsar el proceso de paz.
El canciller de Colombia para la época, Guillermo Fernández de Soto, afirmó en el año 2000 que Venezuela y su país estaban “en el camino de la normalización” de las relaciones.
Hugo Chávez – Álvaro Uribe Vélez: Pugna y consenso con dos países de por medio
Algo que ha caracterizado las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela ha sido el trato entre sus últimos presidentes, respectivamente, destacando la de Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chávez.
Sin embargo, y durante sus distintos encuentros, tanto Bogotá como Miraflores destacaron que la “transparencia, honestidad y buena fe” en pro de un “futuro inseparable” fueron los preceptos que ambos presidentes destacaron para lograr dicha meta común.
Durante un encuentro bilateral en 2009, Uribe Vélez afirmó que desde entonces se empezaba a ver “una mejor dinámica que necesitan dos pueblos que comparten 2.216 km de una frontera intensa. Un presente y un futuro inseparables nos obligan a trabajar por estos pueblos”.
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En respuesta, el exmandatario venezolano destacó que “a pesar de los distintos enfoques, tenemos que construir un entramado de relaciones transparentes, honestas, de buena voluntad y buena fe”.
Como parte de ese esfuerzo conjunto, Chávez informó sobre la constitución de un fondo binacional con capital inicial de 200 millones de dólares, y la creación de una línea de crédito para impulsar la importación de pequeñas y medianas empresas.
Chávez, para entonces, le dio un espaldarazo a su homólogo colombiano en cuanto al tema de grupos armados que hacen vida en espacios de la frontera común, y a propósito de los acuerdos de paz con estos.
Hugo Chávez – Juan Manuel Santos: “La construcción de lo desmoronado”
Tras una relación bilateral tanto política como tensa entre Uribe y Chávez, la llegada de Juan Manuel Santos a Nariño en 2010 traía consigo expectativas de mejoras entre Colombia y Venezuela. A pocos días de su asunción en el cargo, el nuevo presidente neogranadino afirmó que era necesario “anteponer las necesidades” de su país “por encima de una conveniencia personal”.
Luego de esto, Santos se reúne con Chávez y celebra un encuentro que significó para el colombiano un acto de “doblar página” entre “dos personas que han tenido frecuentes diferencias”. En respuesta, el venezolano asintió que la jornada representa la intención de ambos de “construir lo que fue desmoronado”.
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En los primeros años de gobierno, Santos dio testimonio que “Chávez ha venido cumpliendo” en cuanto a avances sobre temas en común y acuerdos. Esto al punto de afirmar que “es un factor de estabilidad en Venezuela y la estabilidad es siempre un elemento muy importante dentro de la política, no solamente interna sino externa”.
Ya transcurrido el tiempo, en tiempos de la presidencia de Nicolás Maduro, Santos recordó haberle “advertido” a Chávez sobre el “fracaso” de su proyecto. “Hace 6 años se lo advertí a Chávez: la revolución bolivariana fracasó”, expresó Santos en 2017.
Para el año 2021, el expresidente fue entrevistado por la agencia EFE sobre su exhomólogo venezolano. Sobre esto, Santos dice recordar a Hugo Chávez “como una figura importante en el Acuerdo de Paz, alguien que cumplió como aliado”.
Juan Manuel Santos – Nicolás Maduro: Reconocimientos asumidos como “complots”
Al poco tiempo de la asunción de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, tras medirse con el exgobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, inicia una disputa por parte del primero con Colombia, luego que Santos recibiese al opositor en territorio colombiano, como parte de una gira para denunciar un supuesto fraude electoral.
“Hay gente de la derecha venezolana viajando a países de América Latina y Estados Unidos para sabotear a la economía, el abastecimiento, para contratar sicarios que vengan a matar en ciudades principales”, dijo Maduro para entonces.
En respuesta al arribo de Capriles a Colombia, y secundando al entonces mandatario venezolano, el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, calificó de “complot” el encuentro entre el excandidato y el jefe de Estado neogranadino.
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Dicho episodio fue zanjado semanas después durante un encuentro bilateral en la ciudad de Puerto Ayacucho, en el estado venezolano de Amazonas, en el que acordaron trabajar en materia de seguridad y economía fronteriza.
Pero las relaciones adquieren otra tesitura cuando en agosto de 2018 Nicolás Maduro denuncia haber sido víctima de un presunto intento de asesinato, cuya responsabilidad atribuyó a Santos. Las acusaciones no tardaron en tener respuesta por parte del huésped de Nariño, quien alegó estar para ese día en un compromiso familiar.
Nicolás Maduro – Iván Duque: El parteaguas del interinato venezolano y la pandemia
Una vez en tiempos de Nicolás Maduro, y durante la presidencia de Iván Duque en Colombia, las relaciones entre ambos países llegaron a un punto álgido por dos hechos en particular: el reconocimiento a Juan Guaidó en 2019 por parte de Nariño, que a su vez catalizó el desconocimiento al líder del chavismo.
Producto del viraje político de Colombia hacia Venezuela, y los movimientos derivados por el auge de Guaidó, en febrero de 2019, Maduro cerró el Puente Internacional Tienditas, en rechazo al intento de ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela.
La crisis devenida por la pandemia de la covid-19 hizo que Maduro decretara un cierre de frontera definitivo en 2020. La medida fue justificada por el incremento de casos positivos por la covid-19 debido al territorio venezolano, en su mayoría desde Colombia, según datos suministrados por parte de la administración chavista.
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“La orden que dio Iván Duque, yo lo denuncié hace dos semanas, una reunión muy infausta dando una orden de hacer todo lo que se pueda hacer para contaminar a Venezuela”, dijo Maduro para entonces desde Caracas.
Sin embargo, las acusaciones de Maduro también han calado en otros ámbitos, como los presuntos ataques al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), o incluso un presunto plan de magnicidio.
Nicolás Maduro – Gustavo Petro: el viraje de Colombia hacia la izquierda
En agosto de 2022 asumió la presidencia de Colombia el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, quien desde su campaña había anunciado su intención de reanudar lazos con Venezuela. Esto se materializó tras la designación de Armando Benedetti como su embajador para el vecino país, gesto que respondió Caracas con la designación de Félix Plasencia como el homólogo del excongresista y ahora diplomático neogranadino.
La reanudación de lazos ha dado paso a ideas algo más ambiciosas. Tal es el caso del reciente anuncio de Nicolás Maduro de proponer a Petro la creación de lo que llamó una “Zona Económica Especial binacional”, que sería una variación de este tipo de espacios especiales en Venezuela y con la cual Caracas busca diversificar su sistema económico, especialmente para prescindir del rentismo petrolero.
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Aunque el panorama pareciese boyante de armonía, el nuevo gobierno colombiano también ha fijado posición sobre algunos temas que son de interés para la administración de Maduro, como el caso de los políticos en territorio neogranadino en calidad de asilados o refugiados. El tema, abordado por el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, fue zanjado por el presidente Petro al ratificar que su despacho respeta la protección brindada a dicho grupo de venezolanos.
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