En las calles de la capital venezolana abundan las historias de personas que padecen la falta de medicamentos, además de la escasez de comida, y que coinciden en que la activación del canal humanitario es una medida urgente que debe ser prioridad en las conversaciones que adelanta la Unidad Democrática con el gobierno, según constató el equipo de Prensa Unidad Venezuela en una encuesta popular realizada este lunes en Caracas.
Nota de prensa
“Estamos en un momento crítico. Esto no se trata de que los opositores queremos que el gobierno quede mal. No se trata de eso, se trata de que de verdad hay una crisis, de que hay gente que necesita. Se trata de que hay gente que se está muriendo porque no consigue medicinas”, aseguró Yadelsy Carmona, quien se encontraba en una farmacia intentando adquirir algunos medicamentos.
“Mientras más tarden en ponerse de acuerdo, más gente está pasando necesidades y más gente está sufriendo”, manifestó.
Juan Raibaudi dijo que a estas alturas del año “la lucha ha sido grande” para su familia en la búsqueda de medicamentos. “En mi casa hemos estado buscando varios y hay tres que todavía no consigo. De repente aparece uno, se lo llevan, después vuelve, pero no es una cuestión fija y eso lo pone a uno en una incertidumbre tremenda. Hay gente que está viajando a otros países para buscar los medicamentos. Se comunican por internet, etc. De verdad, esto tiene que tener una solución seria por el bien de Venezuela y de todos nosotros”, sostuvo.
Raibaudi tiene una hermana que requiere con urgencia tratamiento para las lesiones de mama que está sufriendo. “Es un problema, de verdad, fuerte para nosotros. Hemos conseguido algunos, pero tenemos el miedo que no se consigan los otros. Y estamos pendientes todos en la familia”, agregó.
El viacrucis
Víctor Méndez es del sureste de Caracas. Aseguró que puede estar un día entero buscando medicinas para la presión arterial y ansiolíticos. Es de los que piensan que en la llamada Mesa de Diálogo debe ser atendido de inmediato el problema de la falta de medicamentos, así como la asistencia médica y segundo término, a su juicio, atacar la escasez de alimentos.
“Que se aboquen a una pronta solución. Hay situaciones, hay otros aspectos de la vida política que pueden tardar un poquito más. Se pueden esperar tres o cuatro meses, pero la parte asistencial es primordial, la asistencia médica y social”, afirmó Méndez, quien considera que los venezolanos viven “un viacrucis general”
“Yo paso hasta más de medio día recorriendo 30, 40, 50 farmacias”, comenta. Dice que no ha perdido ningún familiar por falta del tratamiento, pero que sí tiene conocimiento de casos cercanos. “No a tal extremo de la muerte. Pero si hay conocidos. Estamos padeciendo ahí, que no conseguimos ni las vitaminas. Ni una simple aspirina”, acota.
Una mafia brava
“¿Por qué no dejan pasar esa ayuda, para tantos niños y tantas personas enfermas?. Eso se pregunta un señor que se identificó como “un andino que vive en Guarenas”.
“Las medicinas están en los puertos y no la dejan descargar. Una mafia muy brava. Con este gobierno estamos caóticos”, apuntó, al tiempo que se quejó por la falta de poder adquisitivo ante la implacable inflación.
“Un kilo de azúcar ya va por 2 mil 500 bolos, el aceite 3 mil bolívares. ¿Con qué va a comer uno? ¿Con la pensión? La miseria de aumento que hizo de 4 mil bolos no alcanza ni para un cartón de huevos, que ya vale 5 mil bolos. ¿A dónde vamos a parar?”, prosigue, mientras comenta que esta será una Navidad sin hallacas. “Los que las irán a hacer, las harán redondas porque cuadradas no las pueden hacer. No alcanza para hacerlas”, comentó.
“Yo necesito medicinas para bajar el azúcar, para bajar la presión arterial, para la artrosis. No se consiguen”, comenta una señora de la tercera edad, quien estima que la crisis humanitaria es innegable. Cuando se le pide un mensaje a quienes tienen en sus manos las posibles soluciones, no duda en pedir una tregua. “Que dejaran de estar peleando entre ellos y miraran al pueblo que fue el que los subió allá. Y que miraran la crisis que está pasando no solo el pueblo de Caracas, sino toda Venezuela. Porque aquí estamos consiguiendo siquiera un poquito de comida, pero en los pueblos ya no se consigue¨.
Está segura de que el gobierno no está tomando en consideración lo que sufren los venezolanos. “Toman al pueblo en cuenta cuando se ven con el agua al cuello”, sostiene.
