Con el objetivo de “pacificar la situación” en Bolivia, representantes del Gobierno encargado y la oposición (compuesta por partidos pro-Evo Morales) instalaron una mesa de diálogo nacional, con la mediación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea y la Conferencia Episcopal Boliviana.
A través de un comunicado, la Oficina de la ONU explicó que el diálogo persigue tres objetivos:
- Pacificar al país
- Definir convocatoria para nuevas elecciones generales
- Consenso para elegir nuevo Tribunal Supremo Electoral
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Jean Arnault será el representante del Alto Comisionado para dicho diálogo. Por su parte, la Conferencia Episcopal a través de un comunicado ponderó el mecanismo como la “vía adecuada” para arreglar desacuerdos y que esté enmarcado en nuevas elecciones “transparentes y confiables”.
Un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal pondera el diálogo como la vía adecuada para subsanar los desacuerdos entre los bolivianos y celebrar “nuevas elecciones, transparentes y confiables”.